Escrito por La noche del 13 de diciembre de 2025, la sala Totem de Villava en Navarra, se convirtió en el epicentro del Hard Rock, albergando un evento que prometía ser inolvidable para nuestras retinas.
Poco a poco los asistentes se iban congregando para disfrutar de la primera actuación de la noche, la banda sueca de hard rock melódico Remedy, quienes en 2022 sacudieron los cimientos musicales con su album debut «Something that your Eyes Won´t See», producido por el mismísimo Erik Martensson, al igual que el que nos presentaban esta noche, su más reciente album publicado hace ya algunos meses, «Pleasure Beats the Pain».
Remedy, con su potente sonido y carisma en el escenario abrió la velada, y desde el primer acorde la banda capturó la atención del público con su mezcla de melodías AOR y riffs contundentes. La banda, fundada por Roland «Rolli» Forsman, principal compositor, nos dejó un buen saber de boca con el buen hacer de su frontman y guitarrista Robert Van der Zwan, y su sección rítmica, dejando claro que han llegado para quedarse.
Los suecos nos deleitaron con temas de sus dos discos, como «Livin on the edge», Marylin, «I wanna have it all», o «Angelina».
Cuanto les gustan a estos chicos los nombres de mujer. Digno de mencionar el buen sonido del que disfrutó la banda, no muy habitual en los teloneros.
Pero no había tiempo para más, ya que había que dejar paso al plato fuerte de la noche.
Erik, Magnus, y los hermanos Crusner, o lo que es lo mismo, Eclipse. El escenario, a diferencia de otras ocasiones, se encontraba vestido de gala con un montaje de triángulos invertidos de neón, y una pantalla dónde podíamos ver hacer el gamberro al divertidísimo Philip Crusner, mediante una cam instalada en su batería.
La banda comenzó su set con «Roses on Your Grave» una poderosa declaración de intenciones que marcó el tono de la noche, y siguió con «All I Want» de su último album hasta la fecha, «Megalomanium II». La energía que nos transmitía la banda iba en aumento con «Run for Cover» y «The Storm». El público se desgañitaba en cada tema, incluida una servidora. Temas como «Killing Me», «The Spark», también de su último lanzamiento, y «Runaways» resonaron en la sala creando una conexión instantánea con los fans, que se contagiaban de la energía que les transmitía la banda, a la que se veÍa disfrutar de cada momento del show.
La verdad, los he visto en varias ocasiones y nunca los había visto tan enérgicos.
Uno de los momentos más emotivos llegó con «Still My Hero», donde Mastersson se quedó solo en el escenario con su guitarra acústica, y con dedicatoria incluida a su padre fallecido hace ya unos años. La voz del vocalista resonaba con una intensidad que hacía vibrar cada rincón de la sala. Siguieron con «When the Winter Ends» y «The Masquerade», manteniendo la energía en su punto más alto. La conexión entre la banda y el público era palpable con cada canción, provocando una respuesta entusiasta.
Tras este torbenillo de temazos llega el momento de deleitarnos con el solo de batería de Philip Crusner, con la famosa opera Carmina Burano, de fondo. Menuda pegada tiene, pelos como escarpias.
A medida que avanzaba la noche, Eclipse continuó deslumbrando con temas como la festiva «Saturday Night», que puso al público en pleno éxtasis. La energía siguió en aumento con «Never look Back», «Twilight», parón, y vuelta a la carga con «Battlegrounds» y «The hardest Parts is Losing You».
Y como colofón a una noche llena de grandes hits, el tema que suele cerrar todos sus conciertos, la coreada «Viva la Victoria», presentada como «Viva la Pamplona».
Como anécdota a destacar, hubo un momento de lo más divertido. Esa noche era el cumpleaños de Erik y no falto el tartazo en la cara con el que lo festejaron sus compañeros de banda, mientras el público coreaba el Happy Birthday y también nuestro Zorionak, (cumpleaños feliz en Euskera). Tras el momento tarta hubo paseo en volandas a Erik hasta la mesa de mezclas. Momentazo que celebramos chocando la mano del cantante, y vuelta a nuestro sitio con una sonrisa en la cara.
Dar las gracias a Madness Live, y como no a Sala Totem y su equipo, por unas noche más del mejor Hard Rock internacional. Por muchas más !!!
Texto: Ana Benitez y fotos: Daniel Oyarzabal
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