En 2023, las intensas lluvias y diluvios veraniegos estropearon gran parte del Z! Live. Sin ánimo de rendirse a la adversidad y compensando muchos elementos que el público pidió para el futuro, el templo del metal nacional decidió recuperarse del duro contratiempo sufrido y generar una nueva edición que, tras vivirla en directo y de primera mano, ha vuelto a superarse en asistencia, calidad musical y organización. Con motivo de realzar el estilo metal/rock de un país que vuelve a apostar por un elenco de bandas dispuestas a ser recordadas durante años, Zamora se erige como la provincia que acoge al lado más creativo y compositivo del arte musical extremo. Esto es el Z! Live 2024 y en Metaltrip, ¡Wesker te lo cuenta en escritura y fotografía con todo lujo de detalles y más!
Mind Driller
Debido a problemas organizativos y aglomeración en las taquillas, no hubo tiempo de ver a The Broken Horizon abrir el festival, de modo que el industrial metal de Mind Driller fue quien dio el primer bocado de prensa y fotografía a Metaltrip. El amplio grupo de integrantes levantinos aprovechó la media hora de actuación al máximo para que su reciente disco, «The Void», animase al público con melodías puramente tecnócratas, una actitud de lo más admirable y el triple juego vocal de Estefanía, V y Dani. El sonido les acompañó en los instrumentos bastante bien, pues el bajo de Pharaoh mostró su parte intrínseca aparte del polifacético carisma del músico mientras que Javix repartía un disfrute de ritmos y solos sin igual. Por detrás, Reimon sostuvo la estructura percusionista con calma y toques de baquetas que evidenciaron su alto nivel de habilidad. Los asistentes apoyaron a Mind Driller con todo su alma y corazón, incluso en los fallos técnicos en el aspecto del monitoreo de la voz, siendo Estefanía la más perjudicada, pero que no le quitó mérito a dar un show memorable y lleno de energía que muchos quisieron tener un rato más.
Breed 77
Encajar a Breed 77 en un estilo es bastante complicado, especialmente si la banda sale de tierras andaluzas. La fusión del mundo metal/rock con toques de flamenco hizo que Breed 77 ganase muchísima popularidad a finales del milenio pasado, y ahora era el momento de volver a ver la gloria de la música alternativa gibraltareña en directo. También con treinta minutos de tiempo, el quinteto tiró de su extensa discografía para mostrar el buen estado del que goza la banda, incluyendo un sonido muy nítido a la ve que el disfrute propio de los integrantes. Aupados por un público exigente que ya les conocía, Paul y Danny no se cortaron en ofrecer la máxima calidad interpretativa, ya fuera con temas de incipiente estrilo extremo o el uso de la acústica para reblandecer los ánimos y otorgar sentimientos del sur español en tierras castellanas. Aunque hubo partes en las que el aspecto técnico no ayudó en demasía, Breed 77 se alzó en las mismas sin apenas mostrar recelo o desánimo, hecho que el público aplaudió ante sus ídolos. Hay que tener en cuenta que se avecinan nuevos trabajos y canciones en la banda gibraltareña, así que es muy posible que volvamos a ver a Breed 77 ofreciendo su singular espectáculo por la península en breve.
Illumishade
Si algo caracteriza a Illumishade, aparte de su vinculación con la gran banda helvética Eluveitie, es la forma en que dan vida a sus canciones. La composición tiene su origen en el dúo de Fabienne y Jonas, prolífica cantante y virtuoso guitarrita que decidieron dar rienda suelta a su creatividad del metal/rock. Unos cuarenta minutos en el Z! Live provocaron una avalancha de admiración e ilusión cuando Illumishade hizo su aparición ante el expectante público, que no perdió la ocasión de disfrutar de una oleada de música fresca y moderna que aúna el toque sinfónico y la progresía de bandas como Dream Theater. Un espectáculo en sí que se vivió de una forma especial al inicio de la tarde zamorana. El único atributo que faltó, o quizás no hubo tiempo de montarlo, fue la escenificación cinemática que Illumishade utiliza en sus bolos, pero que no supuso ningún problema para nadie; ¡no era muy necesario, la verdad!
Hablar del núcleo de Illumishade, siendo Fabienne y Jonas, es casi dar un adelanto a la actuación de Eluveitie, pero hubo cosas que diferenciaron a ambos grupos totalmente. Lo primero y más fundamental, el cambio de estilo con la orientación symphonic/progressive que cautivó a los asistentes con bellas melodías y arreglos musicales propios de la cultura europea e inspiraciones del séptimo arte. Hace un par de meses, el segundo álbum en estudio salió a la venta, «Another Side of You», de modo que Illumishade intercaló los mejores temas del disco con otros del debut discográfico, creando una atmósfera mágica envuelta en un sonido limpio y claro, tanto que los coros sociales se distinguían a varios metros de distancia. La unión de base entre Yannick y Marc mantuvo los ánimos en el aire sin quitarle el ojo a Mirjam, la increíble teclista que influía un colorido aliento a las orquestaciones con su particular sonrisa y derroche de generosa voluntad hacia los fans. Con menos de una decena de ejecuciones en directo, Illumishade se empapó del cariño y ternura del Z! Live gracias a su original estilo y empeño interpretativo.
Legion DC
Sinceramente, servidor es uno de los que sollozaron a tope cuando Jonathan, reputado y mítico bajista de la banda thrasher Legion, decidió abandonar la formación después de la reunión por motivos personales y algún que otro religioso. Cierto es que aún nos queda el gran Quimi, porque cuando se trata de hablar de bandas legendarias en España, el thrash metal clásico se relega a la escena de Cataluña y poco más. Sin embargo, la reforma total de la banda y el cambio de nombre a Legion DC se presentó en el festival castellano como la apuesta segura de que aún hay esperanza de recuperar la tralla necesaria para un país con un futuro incierto en el metal/rock extremo. Dividiendo la labor musical de Jonathan en dos, Marc cogió el micrófono en solitario mientras que Catllà se encargó de activar los graves de la era moderna. En directo, la gente quería brutalidad y añoranza nacional, y es lo que tuvieron mediante la actuación impecable de Legion DC junto a moshpits y sentimientos a pleno pulmón.
¿Quién diría que, con 60 años a sus espaldas, Quimi toca la guitarra más rápido que muchos artistas reconocidos del thrash metal internacional? Haberos acercado a la hora de show y se os caería la boca de la sorpresa, porque Quimi se desenvolvió en ritmos y solos como un chaval adolescente; ¡ya quisiéramos igualarle! Como apoyo guitarrista, Toni no se quedó atrás en la reivindicación de legado thrasher condal, enseñando que Legion DC sigue más vivo que nunca en la distorsión musical. Lo mismo ocurrió con Miguel Ángel, otro baluarte de la era moderna que perfeccionó el estilo grupal y movió a las masas a cada baquetazo. Intercalando temas de la clásica discografía y alguna versión aislada, Marc y Catllà se impusieron al perenne recuerdo de Jonathan con una maestría laríngea y manual que nos rompió los esquemas, fuera a fans nuevos u oyentes mayores. A través de una mezcla sonora nivelada y sin altibajos, Legion DC ofreció su espectáculo de velocidad y técnica para demostrar que la banda nunca se ha ido, y aunque la adversidad les pisa los talones, siempre la superarán con creces.
Orden Ogan
La tarde había llegado a las tierras zamoranas, de modo que un poco de buen power/folk sería de agradecer tras el ardiente fragor de Legion DC. La respuesta se acató con la llegada del ansiado concierto de Orden Ogan, la increíble banda del vocalista y productor Seeb. Con unos sesenta minutos, se sabía que el setlist sería corto, pero nadie previó la intensidad que rodeó al show vivido. Con varios cambios recientes en los últimos años de pandemia, «Final Days» cosechó un sinfín de éxitos y críticas positivas, al igual que su antecesor, «Gunmen». Sabiendo esto, Orden Ogan guió el repertorio en función de seguir levantando al público incluso después de la extenuación thrasher. Dentro de unos días, el nuevo álbum «The Order of Fear» verá la luz, así que el tema homónimo copó un intermedio que el público celebró entre vítores y aplausos. Aparte también mencionar el grandioso decorado que la banda utilizó de fondo, el cual les quedó divino para enganchar al Z! Live en la lista de triunfos rotundos de Orden Ogan en este año.
Emulando a la compañera fotógrafa Clara G. servidor cantó y coreó gran parte de las canciones interpretadas, como «F.E.V.E.R.» «Inferno» o «Come With Me to the Other Side». Éste es uno de los puntos más fuertes de Orden Ogan, la facilidad de aprenderse los estribillos y la rápida distinción de melodías. En un sonido tan perfecto como la presencia de la banda, Seeb apremió su laringe a niveles insospechados, siendo apoyado por el resto de músicos en «Heart of the Android» y «Gunman». Los jubilosos gestos de Steven concordaban con la potencia de su bajo, al igual que el dúo guitarrista de Niels y Patrick. Cuando uno es feliz trabajando, ¿qué más se puede pedir? Preciosas melodías, intrincados solos de gran maestría… Si no fuera por la imponente figura presencial de Seeb, ambos músicos se habrían llevado el protagonismo absoluto. Un poco escondido pero visible ante todos, Dirk realizó una excelente labor baterista, la cual llegó a sus puntos álgidos en «Let the Fire Rain» y el cierre con «The Things We Believe In», creando una bomba social que explotó en la emotiva despedida de Orden Ogan, los cuales prometieron volver a España sí o sí visto el tremendo apego del público español hacia la banda.
Doro
Si no habíamos tenido bastante con todo lo que Orden Ogan ofreció en la primera jornada del Z! Live, el público acudió raudo a rendir pleitesía a la única, inconfundible y venerada reina del metal/rock, nuestra querida Doro. Recién llegada a la sexta década biológica, la divina artista volvió a rejuvenecer gracias a su portentosa actitud que la hizo reivindicar su título personal de nuevo. Rodeada de los vigorosos ánimos y el apoyo de los miles de asistentes, el amplio repertorio de la extinta banda Warlock resonó en Zamora a través de una imponente puesta en escena, un sonido musical digno de los dioses y el ferviente grupo que siempre rodea a Doro, el cual también contagia la inmensa alegría que siente ella al conectar con los fans y transmitirles la inmensidad de sentimientos que posee la cultura del metal/rock. Aunque una hora de actuación se haría corta para cualquier asistente, Doro logró que cada minuto y segundo del concierto valiese la pena, incluso para aquellos que disfrutaron de su música fuera del recinto.
Sin faltar al legado de Warlock, «I Rule the Ruins» y «Earthshaker Rock» (¡jamás creí ver este tema en vivo y en directo!) abrieron el setlist a través de una explosión de coros, unísonos y puños en alto, lo cual demostró las ganas que había de volver a ver a la reina en acción. No todo es sacar el pasado a relucir, puesto que Doro posee una rica discografía en solitario. Con su habitual alegría y buen humor, «Time for Justice» se antepuso a «Für Immer», el excelente himno alemán que muchos fans se encargaron de cantar por ella, emocionando a las lágrimas que escapaban de sus brillantes ojos. El dúo guitarrista de Bas y Luca no se quedó atrás en dar vida a los temas, llevándose un protagonismo melódico y solista a partes iguales. Que Johnny Dee es el pilar fundamental de la banda no se duda ni por un instante, al igual que Nick y su bajo tan potente como una bola de demolición en acto de servicio. Tanto la conocida versión de «Breaking the Law» como «All We Are» arrebataron la voz y laringe a un público que no quería despedirse de su reina, de modo que «All for Metal» tocó el corazón del festival al estallar la atmósfera circundante en aplausos, besos y otras formas de cariño hacia Doro, quien sabemos que no tardará en volver a presentarse en más ocasiones, ¡porque le encanta España y lo sabe!
Eluveitie
Al revés que en España, la lluvia tiene mucha más presencia en Suiza; lo que vivió Eluveitie en el Z! Live del año pasado les dejó boquiabiertos. La banda helvética le debía un gran show al templo musical, así que la promesa se cumplió a pesar de la falta de ciertos integrantes. El variado elenco que conforma Eluveitie posee un dinamismo capaz de sobreponerse a cualquier adversidad, lo cual abre miles de vertientes de actuación. La gran falta fue, de nuevo, la ausencia de la zanfoña a cargo de Annie y la llegada de la violinista Lea-Sophie, un fichaje que supuso un añadido de singular disfrute. A decir verdad, ella y la querida cantante Fabienne fueron las figuras clave de la conexión social, ya que todo el público no les quitaba el ojo de encima. Fuera del ámbito femenino, Jonas y Raphael siguen siendo unos referentes de la sincronización en la distorsión guitarrera. A su lado, Yannick suplió la carencia de Kay al bajo con su habitual técnica manual. Por supuesto, las flautas, mandolinas y arpas corrieron a cargo del resto de integrantes, mostrando la amplia versatilidad de la banda y que la gente tiene en muy alta estima.
Con un inminente álbum de estudio a la vista, Eluveitie comenzó con su concierto con «Exile of the Gods» y su raudo estribillo que levantó al público cual ejército suizo. La ocasión era más que meritoria, así que «Epona» y «Deathwalker» continuaron cautivando al Z! Live gracias a la incombustible actitud de los músicos, en especial de Chrigel, líder del grupo y artífice de la maquinaria acústica que se sintió en su máximo esplendor en «Ambiramus» y «Breathe». Las sonrisas de Fabienne endulzaban su tono vocal, el cual se deslizaba por los monitores hacia un toque de ternura que Lea-Sophie adornaba con su violín. Ese clásico tan coreable como es «The Call of the Mountains» juntó al festival en un grito al cielo, repitiendo el logro la moderna y bestial «Aidus». Por primera vez, en opinión de servidor, el arpa eléctrica se escuchó en todo el recinto, hecho muy reseñable. Como despedida habitual de Eluveitie desde hace unos años, el dúo de «Ategnatos» e «Inis Mona» saltó los ánimos por los aires, expresando un vínculo de disfrute inigualable. Superar un show de tanta calidad es difícil, y aquí quedó lo mejorcito de la primera jornada, a excepción del alguien que pronto hablaremos de él.
Europe
Era la segunda vez que servidor vería a Europe y las ganas eran tremendas porque el año pasado le parecieron un pasote dentro de la era moderna del metal/rock. Cambiar el nylon y el cuero ceñido por el traje con corbata contrastó bastante a la gente que tenía una idea preconcebida de la icónica banda sueca, pero no fue un impedimento para que Joey Tempest y el resto hicieran que su show en la noche zamorana fuese inolvidable. La única e irrefutable pega fue que, en un tiempo establecido de dos horas, treinta minutos acabasen en saco roto. Fuese culpa de la banda o la organización festivalera, la cuestión es que tres o cuatro temas más habrían servido para que Europe conquistase España de una vez por todas. Por lo demás, la voz de Joey es insuperable sumada a su genial personalidad, John al cuadrado se dejaron la piel con las guitarras y bajos, Mic controló las orquestaciones y teclados con elegancia y, por detrás, Ian rompió las barreras de la percusión debido a su rudeza que emanaba efluvios del glorioso pasado de la banda. A diferencia de otros artistas, Europe no se centró en dar salida a la época dorada de «The Final Countdown» sino que realizó guiños a múltiples álbumes.
Empezar con «On Broken Wings» fue todo un acierto de Europe, al igual que tocar temas de antes de la época oscura que siguió a «Out of This World». En la discografía reciente, «Walk the Earth» y «Last Look at Eden» fueron los cortes escogidos para que el público rememorase la retrospección de la banda y su vuelta a empezar desde la reunión oficial en 2003. Se echó de menos algún tema de «War of Kings» pero se solventó con la increíble adaptación de «Scream of Anger» donde Joey nos apeló a la nostalgia compositiva de los inicios del quinteto sueco. Tampoco faltó el nuevo single perteneciente al inminente nuevo disco de estudio, «Hold Your Head Up», el cual esperamos con ansia y cuya interpretación en directo fue sublime. Por supuesto, el cuarteto más conocido e influyente de la historia musical tuvo su presencia honorífica en cualquier aspecto, fuera en el apoyo coral, la dedicada respuesta del público y la escenificación vivida en la pantalla digital trasera. «Rock the Night» juntó al festival en un ambiente fiestero de época, «Carrie» se encargó de reunir las miles de laringes en una sola y «Cherokee» le cogió el testigo al final del repertorio. No obstante, la algarabía quedó expuesta en la mítica, única y memorable versión actual de «The Final Countdown» donde nadie pudo cerrar la boca en los cinco minutos de duración. Sin recordar el desperdicio de tiempo, se puede asumir que Europe logró alzarse cual águila sobre su presa, pero decidió no devorarla por completo.
Jelusick
El año pasado, la lluvia en el Toro on the Rocks! nos privó de ver a un rockstar hecho y derecho. Por suerte para el público, la estrella musical de Dino Jelusick no se olvidó de volver a visitar España, siendo recibido de la misma manera que el futbolista Modric cuando fichó en el Real Madrid. Desde Croacia, el talentoso músico que ganó el primer certamen de Eurovisión Junior en 2003 se presentó en el Z! Live para revivir el legado del metal/rock clásico gracias a su increíble voz. Con sólo 32 años y una larga trayectoria de éxitos y colaboraciones con artistas reputados (Whitesnake) su carrera solista despegó hace un par de años gracias al lanzamiento de su álbum debut, «Follow the Blind Man». No pocas eran las miradas indiscretas hacia el bello porte que lucía Jelusick, el cual se acompañó por unos artistas musicales de alto standing que le ayudaron a triunfar como hace dos décadas. Después de lo acontecido con el breve recorte de horario en Europe, un poco de aire fresco venía al pelo para calmar las ideas.
Cuatro artistas sobre el escenario fueron más que suficientes para que Jelusick ofreciese un show de calidad ante un público que necesitaba seguir en pie después de toque de la madrugada. La mitad del repertorio estuvo con una iluminación bastante desacertada que no dejaba distinguir la pasión del rockstar croata, aunque luego la luz le hizo brillar en un halo emotivo y casi divino. Junto a los temas del álbum, Jelusick también interpretó algunas versiones, como «Fade Away» de Animal Drive y ese toque funk que sorprendió a muchos asistentes. Cual grupo cohesionado de hard/glam, el guitarrista Ivan se disputó el título de amistad perecedera con Dino, ya que ambos formaban un combo musical de dominio especial. El sonido tan puro y nítido del show no pasó de largo con Luka y Mario, especialmente éste último. Desde la batería y el micrófono al alza, las baquetas no sólo sirvieron a Mario para redoblar la estructura base, sino que actuó también como apoyo coral. Por último, no menos importante, resaltar la labor instrumental de Dino, capaz de llevar dos teclados a la vez sin caer en la ansiedad o fallos apreciables. En el sentidos adiós, Jelusick se empapó de la felicidad circundante y no dudó en devolver las muestras recibidas mediante sonrisas, gestos de aprobación y su genial carisma.
Obús
Con motivo de cerrar la primera jornada del Z! Live, la acción recayó en un clásico de la escena musical española como es Obús. Fortu sigue siendo un líder con 70 años más que bien llevados, y lo mismo ocurre con Paco y su legendaria guitarra. ¡Ya quisiéramos jubilarnos con su voluntad de acero! Sin embargo, dos aspectos trascendentales provocaron cierto aburrimiento en una parte del público. Es verdad que los clásicos no mueren y siempre gustan, pero cuando se abusa de ellos y no se da paso a las composiciones nuevas o recientes, el interés se pierde de inmediato, ¡y eso que Obús tiene mucha discografía de la que tirar! Por otro lado, la media hora que faltó de Europe se la quedó Fortu y compañía, la cual encima no aprovecharon para alargar el setlist o ampliarlo, sino dar coba y tirón a un par de temas y enganchar a un público que Obús cogió desde el primer momento. No se niega el arraigo del festival al cuarteto madrileño, dando una especial mención al brutal sonido del concierto, pero tocar una docena de temas antiguos en una hora y media… Gusta y, a la vez, no. Obviando estas circunstancias, la voz de Fortu continuó su contundencia en directo, Paco no erró ritmos ni solos mientras Luisma y Carlos apoyaban la percusión y graves con su habitual actitud que evitó la caída de los ánimos y el apoyo incondicional de los fans de todas las edades.
Crónica y Fotos: alberto@metaltrip.com
Source: metaltrip.com