Crónica: El Castru Gargantá Vol. 15

No pasa nada por empezar diciendo la verdad: no era nuestro plan inicial. La cancelación, la misma mañana del sábado, del bolo de Celtian provocó que moviéramos ficha y optáramos por una segunda opción que, además, nos permitiría desbloquear un escenario más. El Castru Gargantá juntaba a los locales Green Desert Water con los chipriotas Stonus y los cántabros Wet Cactus para un verdadero atracón de stoner rock.

Abrían Green Desert Water cuando aún buscábamos un sitio dónde dejar el coche. El local no podría ser más apañao. Una primera sala que hace las veces de bar y acoge el puesto de merchan. Otra, donde se desarrollan los conciertos propiamente dichos, más cuidada de lo que cabría esperar. Ni mucho menos el peor local que hemos visitado en estos años. El caso es que, sí, sin que sirva de precedente llegamos con el tiempo justo. Para cuando nos encontramos con el trío, andan enfrascados nada menos que en “Black Harvest”, el temazo que da nombre a su último disco.

A ratos costaba escuchar la voz de Kike. Que dio igual porque “Too Many Wizards” nos la sabemos de memoria. Riffazo aquí y gente muy por la labor. La cercanía, la sala recuerda por momentos a un local de ensayo, agiganta la propuesta de los asturianos. En “Sacred Tree”, justo cuando la banda desarrollaba su mejor versión, Kike vino a tener algún problema durante el solo. Percance del que sale airoso porque, como ya bien sabréis, tablas le sobran.

Elegante la sempiterna base rítmica, Dani Bárcena en baterías y Juan Arias al bajo, durante las partes más tranquilas y rotunda cuando suben las revoluciones, la banda acierta a equilibrar un set que extrae su mejor cara cuando atacan la fenomenal “Shelter Of Guru”. Que Bárcena por petición popular terminase el bolo sin camiseta, puede ser un detalle que ponga de relieve el buen ambiente que se vivió en El Castru. Tan hábiles y carismáticos como nos tienen acostumbrados, cerrarían con “Solar Plexus”, el tema que daba título a aquél debut de 2018. Pronto emprenderán una nueva aventura por los States y desde esta casa solo cabe desearles lo mejor.

Desde Nicosia, turno entonces para los también hard rock / stoner Stonus. La formación, un quinteto se amoldó como buenamente pudo a la sala del Castru y por lo general nos dejó muy buenas sensaciones. Kyriacos Frangoulis comanda en voces a los chipriotas. Era su primera visita a estas tierras pero nos animó con un “vamos amigos” al que no llegan otras bandas que llevan cuarenta años girando por la península y no alcanzan a un triste gracias.

En lo musical había concomitancias con los propios Green Desert Water, si bien tuve la sensación de que, a ratos, lindaban en mayor medida con el metal de afinación gruesa y riff crudo y cortado. Entre esas partes más iracundas y en la más pura tradición del género, sobresalen pequeños escorzos de rock psicodélico y alucinado. Finalmente, en el equilibrio entre esas dos variantes fueron tejiendo buenos temas. La banda contrarresta el inicio tranquilo y calmado de “Aphasia” con un epílogo en el que incluso se deja notar el doble bombo del batería Kotsios Demetriades.

No obstante una del par de guitarras se había quedado muda. Revivida para “Mania”, que dibuja uno de sus riffs más interesantes. Se desvivía por agradar el cuatro cuerdas Andreas Aristides, con mucho el integrante más efervescente (en lo gestual) de la agrupación mediterránea. Porque la dupla de guitarras Pavlos Demetriou y Nicky Ray tienen un comportamiento algo más frío. Sin menoscabo eso sí, de los buenos riffs y solos que dibujan. El propio Demetriou deja de hecho uno estupendo en “Hope Dose”, que ayuda a mantener unas pulsaciones altas que ya no abandonarían hasta el final del show, con un cierre que ya abraza el metal sin ningún tipo de cortapisa. Desde luego nos agradaron.

Si Stonus habían abrazado una mayor rotundidad camino del final del set, Wet Cactus y decibelios mediante, recogieron el guante de sus compañeros y pusieron a prueba los (por lo visto) sólidos cimientos del Castru. Desde Suances y con el propósito de peinar a todos los presentes, el cuarto descerrajó sus temas sin piedad alguna por propios y extraños.

Y el público respondió en consecuencia. La buena gente del Castru nos comentó de hecho que pocas o ninguna han sido las citas con afluencia semejante. La banda, si bien costaba oír al bueno de Daniel Pascual, enfrentó solos alucinados mientras un enérgico Jaime Pérez a los parches percutía líneas de batería de las que taladran el pecho a cada patada al pedal del bombo. Por lo poco que nos llegaba de la voz de Pascual pero un poco también por no haber tenido tiempo material de hacer los deberes, lo cierto es que me costó identificar los temas. No así las muchas ganas con las que afrontaron la cita.

En una de las instrumentales que deslizaron emergió la cara más lisérgica de los suancinos, el nombre de mis paisanos Acid Mess sobrevoló tímidamente, Justo lo que tardaron en pisar el acelerador y encarar su versión más corajuda. Los propios Demetriou y Ray de Stonus no quisieron perder ripio de las evoluciones del cuarteto, contemplando a sus colegas desde primera fila. La intensidad iría subiendo de cara al final del set. Se desató incluso algún pequeño pogo. El más grande que permite un recinto de estas características, a buen seguro. Y aunque es cierto que la voz fue ganando presencia de cara al final, qué duda cabe que nos queda pendiente el verles con unas condiciones de sonido más óptimas.

Como dije arriba, a priori no entraba en nuestros planes. Pero Asturias siempre da segundas opciones (a veces incluso terceras y hasta cuartas) y como bien sabréis no somos del todo amigos de pasarnos un sábado durmiendo la mona. Así pues y tras tres buenos shows, cada uno con su propia personalidad pero unidos por una raíz común, tocó recoger y encarar esta crónica que tenéis ante vuestros ojos. No queríamos eso sí despedir sin mandar afectuosos saludos a la buena gente de El Castru Gargantá, que nos acogió como si de fieles correligionarios se tratase. Otro tanto a los músicos implicados (muchas gracias Kike por el detalle) y ya sabéis: nos vemos en el siguiente.

Texto: David Naves
Fotos: José Ángel Muñiz

Nuevo informe

Cerrar